El correo electrónico es el vector de ataque más común a las empresas. Se calcula que un 56% de los ataques a través de un correo electrónico corresponden a troyanos bancarios y un 27% a ransomware. Las técnicas han venido variando pero siguen siendo vigentes: phishing, spoofing, exploit kits, todos ellos conteniendo URL’s, archivos apócrifos, entre otros. Los usuarios siempre serán el eslabón más débil de tu cadena de seguridad, asegúrate de contar con la herramienta correcta para protegerte de amenazas.