Explore y descubra dónde colisionarán el metaverso y la ciberseguridad. Escuche a los expertos hablar sobre los cambios emergentes para la sociedad y los negocios que serán el resultado del último desarrollo tecnológico.
El novelista estadounidense Neal Stephenson acuñó el término metaverse (metaverso) en su libro Snow Crash (1992). Desde entonces, futuristas y ciberentusiastas lo han utilizado para describir una amplia variedad de mundos virtuales inmersivos en los que las personas interactúan entre sí en todo, desde encuentros triviales y aventuras amorosas, hasta guerras mortales e intrigas en planetas distantes.
Esta idea de que existe «otro mundo» dentro de nuestros ordenadores lleva dando vueltas más de sesenta años, y se expresó por primera vez en 1933, en las historias de ciencia ficción de Laurence Manning. Posteriormente, William Gibson dio un salto cualitativo y la actualizó en su épica novela Neuromancer, de 1984. Hay docenas de obras posteriores de otros escritores que inspiraron proyectos cinematográficos como los mundos oscuros de Matrix (1999) y otros más luminosos, como el de Ready, Player One, estrenada en 2018. Además, se han lanzado varios juegos virtuales de gran éxito, como World of Warcraft, Minecraft y Fortnite.
Mientras tanto, a medida que el metaverso se va segmentando en la realidad aumentada (RA) y la realidad virtual (RV), la selección de nuevos dispositivos digitales se está ampliando, desde sencillos cascos, gafas y diversos dispositivos manuales, hasta asientos hápticos, trajes especiales y cintas para caminar y moverse. Se espera que en 2022 tan solo las ventas de hardware ya lleguen a los 10 000 millones de dólares. Además, Statista publicó recientemente unas previsiones que muestran un crecimiento masivo de las ventas de cascos y gafas, con más de 26 millones de unidades vendidas hacia 2023. Asimismo, según el servicio de investigación de mercado global Brainy Insights, los ingresos totales en todo el mundo se dispararán hasta casi alcanzar un billón de dólares en 2030.
Cómo convergen internet, el metaverso y los negocios.
La definición de «metaverso» también se ha ido afinando para describir algo más que los constructos tridimensionales donde las personas, representadas por avatares animados, exploran mundos virtuales y juegan en línea a juegos multijugador con participaciones masivas. Ahora existen diseños de mercados lucrativos y viajes interactivos. Como nueva expansión, también tenemos el «criptometaverso», en el que los usuarios adquieren y guardan criptomonedas y tokens únicos que se pueden utilizar para comprar servicios y productos, tanto virtuales como reales. Y solo estamos arañando la superficie de todo el potencial del panorama comercial del metaverso.
Para cumplir los sueños de los usuarios y la promesa de enormes ingresos, están llegando grandes inversiones de nombres muy conocidos, como las plataformas Facebook/Meta y Microsoft/AltspaceVR, y todas las empresas del sector entretenimiento y todos los editores de videojuegos, grandes y pequeños, se apresuran para llenar el espacio con su contenido. Según un reciente artículo de Axios, que cita un estudio realizado por McKinsey, se espera que en 2022 las inversiones relacionadas con el metaverso alcancen los 120 000 millones de dólares, con un gasto total que en 2030 se elevará hasta los 5 billones de dólares.
En este punto de su desarrollo, el metaverso depende por completo de internet para su portabilidad y versatilidad. Gracias al crecimiento de la red global de ordenadores y servidores, los constructores del sinfín de mundos de RA/RV solo necesitan centrarse en proporcionar una plataforma fiable y unos diseños espectaculares. Mientras, los usuarios se centran en tener las conexiones más rápidas posibles porque, en el metaverso, la velocidad es esencial para reducir el riesgo de retrasos que perjudiquen la experiencia de juego. Parece que estamos en el paraíso, ¿verdad?
El peligro que acecha en nuestros sueños
El metaverso es una combinación de los sueños de usuarios, creadores de contenido y corporaciones de medios, en unas formas nuevas y emocionantes. Los aficionados a los recientes éxitos del cine y de la televisión recorrerán los mundos de RA y RV creados para ellos. Los diseñadores ambiciosos pueden crear lugares en los que nuestros avatares interactúen y se relacionen dentro de increíbles universos tridimensionales y escenarios ilimitados. Esta nueva frontera para el desarrollo de internet no solo está a la altura de la ciencia ficción, sino que va a ser el nuevo patio de recreo de cualquiera que esté dispuesto a invertir en dispositivos y servicios.
Y el sueño va mucho más allá de utilizarlo para jugar. Cada vez más alumnos asisten a aulas virtuales interactivas, en las que las lecciones y las sesiones de formación son totalmente inmersivas y fascinantes. El metaverso también es un lugar adecuado para reuniones de negocios, capacitaciones para los empleados, reuniones familiares, visitas organizadas por inmobiliarias, safaris de compras, excursiones a eventos del mundo de la moda y previsualización de vacaciones, allá donde los desarrolladores puedan colocar una cámara.
Pero, en las profundidades de este mundo de ensueño, existen peligros que nos resultan familiares. Entre las principales preocupaciones se incluyen la privacidad, la seguridad del usuario (concretamente, posibles adicciones y abusos) y un alto grado de riesgo para la seguridad, debido a lo nuevo de la tecnología y a la falta de unos protocolos de seguridad estándar.
Además, la RA/RV añade una nueva categoría de equipos digitales a la ya saturada lista de dispositivos IoT y que los hackers y otros depredadores pueden explotar.
Explore y descubra dónde colisionarán el metaverso y la ciberseguridad.
Nos maravillamos cuando la ciencia ficción se convierte en realidad. A pesar de los detractores, los soñadores van ganando. Se están derribando las muchas restricciones que impedían la realización del metaverso, como la tecnología y la falta de infraestructura. Pero ahora tenemos una nueva responsabilidad: proteger las enormes inversiones realizadas y garantizar la seguridad de todos.
Aunque los ataques de ransomware descendieron un 23 % de enero a junio, según la actualización semestral del Informe de ciberamenazas 2022 de SonicWall, solo los ataques de este año ya eclipsan los totales anuales de 2017, 2018 y 2019. Y todos esos nuevos dispositivos IoT que se están conectando a la red son más vulnerables de lo que creemos, por lo que ofrecen nuevos vectores de ataque a los ciberdelincuentes: este año, los ataques de malware sobre dispositivos IoT pegaron un salto y sobrepasaron el 123 %. Sin una protección adicional, las empresas y sus clientes son susceptibles de sufrir devastadores ciberataques, especialmente, si diseñadores y fabricantes no siguen unos protocolos de ciberseguridad unificados para sus dispositivos y servicios.
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