Cuatro pasos después de dar clic en un enlace malicioso - SISA Consultores

Cuatro pasos después de dar clic en un enlace malicioso o sospechoso, cambiar contraseña es una de las primeras medidas para evitar robos.

Acceder a un enlace falso y malicioso es algo muy probable ante la cantidad de ataques que diseñan los ciberdelincuentes y cómo los van mejorando. Pero aunque ingresemos en ese link, todavía hay opciones para evitar perder nuestros datos o que haya una consecuencia negativa.

En todo este contexto es importante actuar rápido, porque los atacantes reaccionan pronto y si nosotros hacemos lo mismo reducimos las probabilidades de estar en peligro.

Así que a continuación dejamos una lista de los cuatro primeros pasos que debemos realizar en caso de entrar en un enlace falso, también conocido como phishing, donde seguramente nos están pidiendo datos simulando ser una página real de alguna entidad o un concurso.

No confiar

El primer paso es resistir la tentación de simplemente cerrar la ventana del navegador y olvidar el incidente. Dependiendo del tipo de estafa, los datos podrían estar en riesgo incluso si se cierra la página de inmediato.

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Las probabilidades aumentan si por algún motivo ingresamos algún dato o se descargó un archivo. No bastará con cerrar el navegador, porque el ataque ya está en ejecución.

Desconectarse de Internet

La desconexión inmediata de Internet en el dispositivo desde el que se accedió es una forma de frenar la situación. En ese caso se pueden apagar los datos móviles, el wifi o directamente el computador o teléfono.

Esto evitará que cualquier software malicioso descargado durante el ingreso al sitio se comunique con servidores externos y exponga aún más la información personal. Sin embargo, esta no es la solución definitiva y es un paso más en todo el proceso.

Realizar un análisis exhaustivo y considerar un restablecimiento de fábrica

Una vez desconectado de Internet, es fundamental realizar un análisis exhaustivo del dispositivo en busca de malware. Para eso se debe utilizar un software de antivirus confiable y asegurarse de que esté actualizado.

Sin embargo, hay que tener en cuenta que algunos programas maliciosos pueden ser persistentes o difíciles de detectar. Por eso, si hay tiempo disponible, se puede considerar restaurar de fábrica el celular o computador, ya que esto garantizará que cualquier malware oculto sea eliminado, aunque signifique perder alguna información que no esté almacenada en una copia de seguridad.

Cambiar todas las contraseñas potencialmente afectadas

Este es uno de los pasos más importantes, aunque sea un proceso largo. Los primeros datos que roban los delincuentes son las credenciales de acceso a las cuentas, con esa información empiezan a explorar y robar a los usuarios.

Por ejemplo, si el enlace falso era de una página de banco, lo mejor será hacer los pasos anteriores y dirigirse a la página oficial de la entidad para hacer el cambio de clave. Es posible que los delincuentes quieran hacer lo mismo para apoderarse de la cuenta, así que en caso de que ya haya sucedido hay que reportar la situación al banco.

Cambiar la contraseña es fundamental, porque esa nueva información no la va a tener el delincuente y las cuentas podrán estar protegidas.

Otros consejos de seguridad

Ya con este par de pasos la urgencia por tomar medidas está solventada y con más calma será tiempo de activar otro plan de acción. Por ejemplo, aprovechar la autenticación en dos factores que tienen muchas plataformas para proteger nuestras cuentas y tener un mayor respaldo en caso de ciberataques.

También es importante hacer una copia de seguridad de la información que consideremos más delicada y estar actualizándola. Además, en caso de comprometer una cuenta corporativa hay que reportar la situación al equipo de tecnología de la empresa o entidad educativa para que nos ayuden en el proceso.

Al igual que la protección de las cuentas, depende en gran parte de las acciones que haga el usuario, el actuar en medio de ataque también está de nuestro lado y el tiempo es clave para no correr riesgos.